martes, 24 de febrero de 2015

colecta mas pormenos

Colecta nacional más por menos

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Ayuda puede ser una palabra mágica. Vencer el orgullo y animarse a pedirla muchas veces cuesta pero abre las puertas al enriquecedor intercambio que solo surge en el contacto con el otro. Quien más quien menos, todos necesitamos de los demás en tanto somos seres sociales. Arreglarse solos es un desafío que muchos asumirán por elección. Pero quienes carecen materialmente de lo más indispensable para vivir, quienes día a día sufren las consecuencias de una exclusión que no buscaron, no pueden darse el lujo de despreciar lo que puede llegarles a través de los demás. La solidaridad adquiere para ellos una dimensión extraordinaria.
La magia que encierra cualquier ayuda resulta muy favorable para la dupla involucrada. Sin embargo, podemos hacernos los distraídos cuando un pedido golpea a nuestra puerta. Pero también podemos estar atentos para detectar quién puede necesitar nuestra ayuda y anticiparnos generosamente. Activar la capacidad de ayudar requiere, inevitablemente, salirse de los espacios de confort y comodidad para encontrarnos cara a cara con esa necesidad ajena que tantas veces molesta porque nos interpela, porque es un llamado a compartir, nuestros bienes y tiempo, con el prójimo.
Si bien se reciben contribuciones todo el año, este fin de semana (13 y 14 de septiembre), bajo el lema "Gracias por tu ayuda", en todas las parroquias de nuestro país se llevará a cabo la 45° edición de la Colecta Nacional "Más por Menos" (http:/colectamaspormenos.com) organizada por la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones más Necesitadas, aquellas más olvidadas y en las que se viven graves situaciones de pobreza estructural. Fue en 1970 cuando Mons. Jorge Gottau, primer Obispo de Añatuya, puso por primera vez en marcha esta feliz iniciativa en favor de los pobres que se ha extendido gradualmente a otras diócesis como Orán, Presidencia Roque Sáenz Peña, Humahuaca y Formosa por solo nombrar a las que encabezan una larga lista. Lo recaudado, como bien reflejan las transparentes rendiciones de cuentas anuales, se destina a la promoción humana y social básicamente, pero contempla también partidas especiales como las que demandan las catástrofes.
Desgraciadamente, hemos construido una sociedad en la que muchas veces parecen primar el consumismo y el individualismo. Pero bien sabemos también cuán importante es apostar a ese otro mundo posible en el que reinen la solidaridad y la fraternidad. Conmovernos o sentir compasión por el otro cuya realidad es tan distinta a la nuestra no resulta suficiente. Es necesario activar el gesto solidario, acortar la distancia que media entre la emoción y el tendido concreto de la mano, sin dejarlo para después, ahora mismo. Por eso, los argentinos debemos aprender a ser generosos con los miembros de nuestra comunidad que más lo necesitan, para transformarnos en una sociedad mejor

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