miércoles, 6 de mayo de 2015

CONCILIO DE TRENTO

Qué es el Concilio de Trento?

El Concilio de Trento fue la respuesta de Roma a la Reforma Protestante. Recuerde –la Reforma Protestante nos trajo toda la libertad política que nosotros conocemos hoy. No hay tal cosa como la soberanía nacional sin la Reforma. No hay tal cosa como los derechos personales sin la Reforma. No hay tal cosa como la Ley de la Naciones, como nosotros la conocemos hoy, de Montesquieu y de otros, sin la Reforma.


Así que, cuando la Reforma vino con sus doctrinas de salvación por gracia por medio de la fe sola, y que no había necesidad de los sacerdotes para ir al Cielo –todo lo que nosotros necesitamos es salvación en Cristo, y Romanos 1:17: el justo vivirá por fe. Cuando la Reforma vino, ello despojó a Roma de su poder espiritual. Los sacerdotes ya no fueron queridos ya que el pueblo estaba obteniendo la palabra de Dios en una Biblia, específicamente en Holanda, Inglaterra, y Alemania. Y así, con esos grandes avivamientos brotando y la Reforma sucediendo, las naciones estaban escapando del poder del Papa. El Santo Imperio Romano estaba disolviéndose. Carlos V, el Emperador, se resignó y llegó a ser un monje y un jardinero. De modo que el Señor se estaba moviendo poderosamente en quebrantar el poder del Santo Imperio Romano, comenzado por Carlomagno y el Papa.


Bien, eso no fue bueno para Roma ya que ellos estaban perdiendo cantidad de dinero. Las naciones ya no estaban pagando más los "peniques de Pedro", lo que hoy nosotros llamamos "ayuda extranjera" en este país. Y así el Papa estaba muy enfadado sobre esto.


¿Qué haría él? Esas naciones se están escapando de nosotros; ellos no están bajo nuestro poder temporal o espiritual; y es muy importante recordar que el Papa pretende dos poderes –espiritual y temporal– y con el quiebre de su poder espiritual, él entonces perdió su poder temporal. En otras palabras, él no tenía más la habilidad de gobernar a la gente a través del rey del país, a causa de que el rey se estaba escapando, igual que Enrique VIII.


Así que, Enrique VIII se escapó de la Iglesia Romana y formó la Iglesia de Inglaterra; él ya no fue más súbdito del Papa. Esto estaba sucediendo en Inglaterra, en Alemania, en Holanda, y otros lugares.


Como un resultado de esto, el Diablo levantó a Ignacio Loyola con sus demonismos, sus "ejercicios espirituales" y –a causa de que Loyola había sido miembro de los Alumbrados de España, que es lo que hoy nosotros llamamos los Iluminati, y él usó la Orden Jesuita para intentar recuperar lo que había sido tomado por la Reforma –que el Señor había hecho a través de Lutero, Calvino, y Knox. Y, de paso, Lutero, Calvino, y Knox –ninguno de esos hombres murió violentamente. Todos ellos vivieron hasta edad avanzada y murieron pacíficamente, rodeados del poder de las maquinaciones Jesuitas.
s notable el hecho de que el Concilio de Trento no concordó con Jesucristo y sus discípulos primitivos, de modo que solo aceptara los libros del canon establecido de las Escrituras Hebreas. Ese concilio aceptó los libros apócrifos. Respecto a estos libros el erudito Jerónimo, traductor de la Vulgata latina, escribió lo siguiente a cierta dama en relación con la educación seglar de la hija de ella: “Hay que evitar todos los libros apócrifos; pero si ella desea leerlos alguna vez, . . . se le debe decir que no son las obras de los autores por cuyos nombres se distinguen, que contienen mucho que es defectuoso, y que es una tarea que requiere gran prudencia hallar oro en medio de barro.” 
Al declarar que ciertos libros apócrifos o deuterocanónicos formaban parte del canon de la Biblia, el Concilio de Trento también hizo caso omiso de las siguientes palabras del apóstol Pablo: “Los judíos son el pueblo a quien el mensaje de Dios fue encomendado.”—Rom. 3:2, Jerusalem Bible, católica. 
¿Qué hay en cuanto a las Escrituras Griegas Cristianas? Los escritos que forman esta sección de la Biblia fueron aceptados como inspirados desde el principio. En ese entonces había cristianos que tenían el don milagroso del discernimiento de expresiones inspiradas. (1 Cor. 12:10) Así, el apóstol Pedro podía clasificar las cartas del apóstol Pablo entre el resto de las Escrituras inspiradas. Leemos: “Nuestro amado hermano Pablo según la sabiduría que le fue dada les escribió, hablando de estas cosas como también lo hace en todas sus cartas. En ellas, sin embargo, hay algunas cosas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también hacen con las demás Escrituras.”—2 Ped. 3:15, 16.

Desarrollo[editar]

Finalmente se convocó un concilio difícil y con continuas interrupciones, en el que se pueden distinguir hasta tres periodos con tres Papas diferentes: Paulo IIIJulio III y Pío IV.
Paulo III siempre había sido muy favorable, como cardenal, a la celebración de un concilio general, que finalmente convocó para mayo de 1537 en la ciudad de Mantua. Pero sufrió sucesivos aplazamientos y cambios de lugar por variados motivos:
  • La mayoría de los prelados se mostraban reacios a celebrar un concilio en aquel momento.
  • Los príncipes alemanes protestantes, reunidos en la ciudad de Esmalcalda en 1535 (la Liga de Esmalcalda), cambiaron de estrategia y también se opusieron.
  • Los impedimentos puestos por Enrique VIII de Inglaterra y, sobre todo, por Francisco I de Francia.
  • El progresivo distanciamiento de Carlos I y el papa Paulo III. Los dos monarcas cristianos más importantes de aquel momento, Carlos I y Francisco I, estaban continuamente enzarzados entre ellos en disputas y conflictos militares. El monarca francés tenía una actitud cambiante y ambigua frente al Papa, la amenaza turca y los protestantes, mientras que Carlos I se mostró claro y decidido en estos temas. A pesar de ello, el Papa siempre aparecía neutral en sus disputas, lo que irritaba profundamente al emperador.
Finalmente, el 13 de diciembre de 1545 se pudo declarar abierto el concilio en la ciudad de Trento. En marzo de 1547 se trasladó a Bolonia debido a una plaga, aunque parte de los obispos se negaron a desplazarse. Tras varias disputas se acabó prorrogando de manera indefinida en septiembre de 1549. Paulo III murió en noviembre de 1549.
Julio III, nombrado Papa en 1550, entabló inmediatamente negociaciones con Carlos I para reabrir el concilio, lo que tuvo lugar en Trento el 1 de mayo de 1551, pero apenas se celebraron unas pocas sesiones. El elector Mauricio de Sajonia, aliado de Carlos I, lanzó un ataque furtivo sobre éste. Tras derrotar a las tropas imperiales, avanzó sobre elTirol, con lo que puso en peligro a la propia ciudad de Trento. Esta amenaza provocó una nueva interrupción en abril de 1552. Julio III murió en 1555.
Tras el corto papado de Marcelo II (23 días), fue elegido Paulo IV en 1555. Llevó a cabo reformas en la Iglesia, pero no convocó la continuación del concilio. Carlos I de España abdicó en 1556 y dividió sus estados entre su hijo Felipe (Felipe II de España) y su hermano Fernando de Austria.
Pío IV fue elegido Papa en 1559 y se mostró en seguida dispuesto a proseguir el concilio. Sin embargo, Fernando I y Francisco I preferían un concilio nuevo en una ciudad diferente a Trento y, además, los protestantes se oponían frontalmente a un concilio. Tras nuevos retrasos se reabrió el 18 de enero de 1562 y ya continuó hasta su clausura el4 de diciembre de 1563. Constituye el periodo conciliar más importante de los tres.
El Emperador intentó, al igual que hizo en su momento con la Dieta de Worms, que estuvieran representadas todas las partes, incluyendo a los protestantes, para que el concilio fuese verdaderamente ecuménico. Reiteró las invitaciones a los protestantes en los tres periodos y les ofreció salvoconductos. Sin embargo, sólo tenían derecho de palabra; al haber sido excomulgados, no tenían derecho a voto. Esto, unido a las frecuentes escaramuzas militares y al complicado mapa político alemán, hizo que finalmente no acudiesen delegados protestantes.
El número de asistentes varió considerablemente entre los tres periodos. Los nombres que merecen destacarse por sus contribuciones son Domingo de Soto O.P.Diego Laínez S.J.Alfonso Salmerón S.J.Reginaldo PoleJerónimo Seripando O.S.A.Melchor Cano O.P. y Johannes Azra. Los teólogos y prelados españoles e italianos fueron los más importantes, tanto por su número como por la influencia que ejercieron.

Metodología del Concilio[editar]

Trento tuvo una actitud de apertura a escuchar las distintas escuelas teológicas; es decir, no es cierto que el concilio se cerrase al pluralismo teológico. El concilio de Trento abordará dos temas fundamentales:
Tridentinum.jpg
Una sesión del Concilio de Trento en Santa María Maggiore.
  1. Los fundamentos de la fe donde se contiene la revelación. Los protestantes dirán que el único principio de la fe es la Sola Scriptura, pero esto no lo pueden admitir los católicos por ir contra el Magisterio de la Iglesia. Por tanto, Trento promulga un Decreto sobre los libros sagrados y las Tradiciones. ¿Dónde se contiene la revelación? El concilio afirma que se contiene in libris scriptis et sine scripto traditionibus (en los libros escritos y las tradiciones no escritas). ¿Cuál es la relación entre Escritura y Tradición?, es decir, ¿se contiene la revelación como parte en la Sagrada Escritura y parte en la Tradición? El concilio no se pronuncia. La primera redacción del decreto decía partim... partim, pero esto se sustituyó por un et en la redacción definitiva.
  2. ¿Qué tradiciones son éstas? Para los protestantes son creaciones humanas/costumbres eclesiásticas. El concilio dice que se trata de las Traditiones tum ad fidem tum ad mores pertinentes (tradiciones relativas a la fe o las costumbres). El problema son las tradiciones pertenecientes ad mores /costumbres o a los fundamentos del actuar cristiano. ¿Contienen las costumbres eclesiásticas la Revelación? ¿Pertenecen a la Tradición constitutiva de la Revelación? El concilio no detalla más.
El problema está en distinguir qué elementos pertenecen a las tradiciones eclesiásticas y qué elementos a la Tradición constitutiva. Hay, pues, que interpretar.



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