lunes, 16 de febrero de 2015

educar chile

Artículo

El rol del docente en prevenir y atender el bullying en la sala de clases

En Chile la sala de clases suele ser el escenario más frecuente de agresiones verbales, acoso, golpes y amenazas y por tanto resulta imperativo que los docentes tomen medidas al respecto.

En Chile, el 62,5% de las agresiones ocurren en la sala de clases. Es impensable  que el docente lo eluda o esquive el tema. No sólo porque el bullying es un fenómeno que nos habla de intolerancia, discriminación, prejuicios o porque está asociado con severos trastornos de salud mental y física, sino que también porque el  clima escolar al interior de la sala de clase se ve categóricamente afectado.
SERIE BULLYING EN EDUCARCHILE:
Especial Bullying
NAVEGACIÓN ARTÍCULO
En mi curso yo tengo un compañero que es bien religioso,  es evangélico y él ayuda a todo mi curso porque él es súper inteligente, (…)  a todo el que le pide ayuda él se la da.  Le piden plata,   le piden un favor, que los ayude a hacer un trabajo, pero mis compañeros -los que siempre andan molestando-, de repente le pegan palmetazos en la cabeza, le pegan patadas, de repente le esconden el bolso, los maletines en que lleva sus trabajos, se los hacen tira de puros “maldadosos” que son y él no hace nada. De repente a uno le da rabia y los reta a los chiquillos, tan inconscientes que son con él…
PRINCIPALES ESPECTADORESLa totalidad de las amenazas (excepto con armas) y el 62,5% de las agresiones ocurren en la sala de clases lo cual convierte a los docentes en espectadores privilegiados de conductas de violencia y acoso.
Este es sólo un ejemplo de los muchos casos de bullying que acontecen en nuestras escuelas. Estamos ciertos que los docentes han experimentado y están en conocimiento de situaciones de bullying en sus clases, expresadas en maltratos e intimidaciones permanentes y reiteradas a niños/niñas y jóvenes por parte de otros estudiantes que se encuentran en una asimetría favorable de poder y que ejercen su fuerza. ¿Qué docente no ha conocido el acoso que ha recibido un o una  de sus estudiantes por encasillársele como "gordo", "flaco", "débil", "retraído", "afeminado" o por otros  motivos distintos  e injustificables?
Queremos motivar a los docentes a que se sumen a una campaña para prevenir, atender y erradicar el bullying de las escuelas, y en especial en el ámbito de la sala de clases, ya que constituye un problema grave que no ha recibido una adecuada atención. El docente no es el único que debe preocuparse de esta situación, también los directivos, los estudiantes, los padres y los apoderados, en fin toda la comunidad educativa. Sin embargo, al docente le corresponde un rol preferencial en prevenir y atender el bullying en la sala de clases
RESPONSABILIDAD DOCENTELos profesores deben constituirse como agentes para prevenir, atender y erradicar el bullying en las salas de clases puesto que este fenómeno crea un clima de temor y desconfianza que impacta directamente el aprendizaje de los estudiantes. 
Se debe considerar que la mayoría de los estudiantes que son maltratados por uno de sus compañeros de curso declaran que, la totalidad de las amenazas (excepto con armas) se realiza al interior de la sala clases. Entonces, la sala es el escenario privilegiado para la agresión verbal, acoso sexual, acciones contra los objetos de propiedad de los estudiantes, exclusión social, golpes y amenazas.[1]
Es así como Roland & Galloway [2] , establecieron que el 40,3% de las acciones relacionadas con el bullying  son cometidas por compañeros del mismo curso, el 19,7% por miembros de otros cursos y un 29,1% por ambos grupos. En Chile, el 62,5% de las agresiones ocurren en la sala de clases [3]. Entonces, se hace evidente que el bullying crea un clima de temor y falta de respeto en las escuelas, lo que impacta en el aprendizaje de los estudiantes. [4]
Ahora bien, es  más  que seguro que algunos docentes dirán, con justicia, que le estamos asignando una nueva tarea a las muchas que hoy deben asumir. Estamos conscientes que en el presente, como nunca antes en la historia de la educación, las exigencias que se les hacen a los docentes son múltiples y complejas. No sólo deben estar preocupados de la transferencia de los conocimientos disciplinarios, sino que además, deben ocuparse de una serie de temas y  desafíos propios del cambio epocal en que vivimos: la drogadicción, la sexualidad y la afectividad, la autorregulación de la conducta, la búsqueda de sentido de vida personal y colectivo, la construcción de una educación inclusiva y de calidad, los derechos humanos, el medio ambiente y el desarrollo sustentable; la tolerancia, la no discriminación, la diversidad social y cultural, la competitividad, la negociación pacífica de conflictos, la formación ciudadana y muchos otros.
MÁS APRENDIZAJE, MENOS AGRESIÓNSe ha comprobado que entre menos caos y desorden y más atención en los aprendizajes académicos, hay significativamente menos intimidación.
No obstante, a  nuestro parecer, respecto al fenómeno de  bullying, en especial al que tiene lugar en la sala de clases, es impensable  que el docente lo eluda o esquive. No sólo porque el bullying es un fenómeno que nos habla de intolerancia, discriminación, negación de la diversidad,  prejuicios, estereotipos, o porque está asociado con severos trastornos de salud mental y física  incluyendo depresión, ansiedad, suicidios y cuadros sicóticos [5], sino que también porque el  clima escolar al interior de la sala de clase se ve categóricamente afectado a causa del bullying.
En nuestra opinión, son a lo menos tres los espacios en que los docentes pueden contribuir significativamente  para  prevenir, atender, y en lo posible erradicar el bullying de la sala de clases:
I. FAVORECER LA CREACIÓN DE UN CLIMA ESCOLAR FAVORABLE Y RESPETUOSO AL INTERIOR DE LA SALA DE CLASES
El clima escolar, como es sabido, es la percepción que tienen los sujetos acerca de las relaciones interpersonales que establecen en el contexto escolar y el contexto o marco en el cual estas interacciones se dan [6]. Es decir, refiere a las sensaciones de quienes participan de las actividades escolares, así como a las normas y creencias que operan en el sistema escolar [7]. Según Howard, Howell & Brainard (1987)[8] un clima adecuado debe satisfacer las necesidades humanas básicas: fisiológicas, de seguridad, de aceptación y compañerismo, de logro y reconocimiento y de maximizar el propio potencial.
Se ha establecido que en aquellas escuelas donde se alcanzan los objetivos educacionales propuestos, que presentan un clima positivo y seguro, una comunidad cohesionada y con espíritu de equipo existe satisfacción profesional, participación de los estudiantes y padres, el tipo de relación que se establece entre profesor y estudiante favorece la buena comunicación y ante conductas desviadas no se responde con coerción sino que se tratan terapéuticamente [9].
Pareciera cierto que, al aumentar el número de conflictos y de agresiones en la salas de clases y en los establecimientos, se produce un deterioro del clima escolar, lo que a su vez impacta negativamente tanto sobre los estudiantes -en su desarrollo moral y social y en su aprendizaje- como en el profesorado [10] . Kassen y colaboradores (2004) encontraron, luego de realizar un estudio longitudinal, que el clima escolar está significativamente relacionado con el  fenómeno de bullying que se produce en la sala de clases. Específicamente, entre menos caos y desorden y más atención en los aprendizajes académicos, hay significativamente  menos actos de intimidación.  De igual manera Yoneyama (2006)[11] señala que como los intimidadores tienden a ser menos colaborativos, a tener mal comportamiento y a desarrollar conductas desadaptativas, que son sancionadas por las autoridades, se generan estados emocionales que impactan en la sala de clases. Un clima escolar positivo "… permite al estudiante sentirse acompañado, seguro, querido, tranquilo... y posibilita su desarrollo personal. Los climas sociales negativos… producen estrés, irritación, desgano, depresión, falta de interés y una sensación de estar agotado física y mentalmente." (Aron y Milicic, 1999) [12].
Por consiguiente, con el fin de atender el bullying en la sala de clases  le corresponde al docente crear condiciones y fomentar un adecuado clima escolar. Se torna evidente que las acciones de intimidación impactan negativamente sobre el clima escolar y que, a su vez, el clima escolar que se genera favorece la emergencia de acciones de intimidación, constituyéndose en un círculo pernicioso de violencia.
Cabe hacer notar que la actitud del docente y su modo de ser y actuar  en la sala de  clases  es uno de los  factores importantes en la creación de una convivencia escolar armoniosa y respetuosa, constituyendo una condicionante gravitante para prevenir el bullying. Por el contrario, la presencia de un profesor autoritario puede constituirse en un modelo para el estudiante, el que reproduce su acción intimidando a sus pares (Rigby, 1996). Un docente  extremadamente normativo o que tiene dificultades para mantener el orden en la sala, genera desagrado en los estudiantes, lo que induce a conductas agresivas que favorecen el bullying. De igual forma, los docentes pueden deliberada o inconcientemente  inducir al bullying cuando manifiestan una actitud negativa hacia un estudiante, lo que se transforma en una excusa para que sus pares lo maltraten (Olweus, 1999) [13]. Lo mismo ocurre con el uso del sarcasmo y formas sutiles de ridiculización que puede utilizar un profesor (Rigby, 1996)[14].
II. DESARROLLAR EN LOS ESTUDIANTES COMPETENCIAS Y APRENDIZAJES SOCIALES QUE SE VINCULAN CON VALORES DE CONVIVENCIA ESCOLAR ARMONIOSA Y DE RESPONSABILIDAD CONSIGO MISMO Y LOS OTROS.
El bullying  es un fenómeno que  ha sido y está siendo estudiado de manera muy intensa y desde miradas múltiples en casi la mayoría de los países. En los inicios se tendió a considerar el bullying como un fenómeno individual y aislado que involucraba solamente a dos personas: intimidador e intimidado. Sin embargo, posteriormente el bullying ha sido concebido como un comportamiento colectivo en su naturaleza, basado en relaciones sociales de grupo. El bullying deja de ser entonces un fenómeno de carácter diádico para convertirse en un fenómeno grupal [15].
Por lo tanto, es aconsejable que los docentes se aboquen a desarrollar en los y las estudiantes, desde edades tempranas, una serie de competencias sociales y ciudadanas que les permitan establecer interacciones grupales sanas y responsables que los dispongan a prevenir el bullying  en la escuela y al  interior de las salas de clases.
Las competencias que se vinculan con comportamientos capaces de prevenir y atender el bullying son, a nuestro parecer, las que siguen a continuación:
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes 1. Competencias referidas a la construcción de sentido y proyectos de vida personales y colectivos 

Es nuestro convencimiento que, en la medida que los estudiantes aprenden a darle sentido a su existencia, elaborando proyectos de  vida personales y colectivos, que respondan a sus intereses cambiantes según sus diferentes edades de desarrollo, estarán más capacitados para enfrentar situaciones violentas y agresivas como el bullying.
En efecto, en el proceso de aprender a formular planes futuros, precisar objetivos, construir escenarios posibles y elaborar métodos que les permitan verificar si sus aspiraciones  y proyectos fueron alcanzados, los estudiantes necesariamente se preguntarán en qué medida el bullying es un factor que perturba la elaboración y realización de sus proyectos personales y colectivos. Por sobre todo, tomarán conciencia de que un plan de vida personal y colectivo requiere tener una actitud optimista y esperanzadora frente a la vida, pero asimismo una base de realidad y factibilidad. Así también, el plan se construye en el respeto, confianza  y valoración frente a los  demás, en la disposición  a trabajar con otros y otras, en estar dispuestos a fijar limites y regular sus comportamientos, tener una actitud abierta, flexible y acogedora frente a la diversidad de proyectos de otros  y otras, que en mucho de los casos tienen caracteres distintos a los propios.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes 2. Competencias relacionadas con la autorregulación social y emocional
La autorregulación social y  el autocontrol emocional  son competencias a las que los docentes le dedican mucho tiempo y esfuerzo, ya que se vinculan con una serie de conductas como es el consumo de alcohol y drogas, con la sexualidad y la afectividad, con la violencia, la delincuencia etc. El bullying, por excelencia, es un comportamiento afectado por la carencia de autorregulación social y autocontrol emocional. El rol que juega la emocionalidad en la agresión ha sido bien identificado en la literatura desde hace varios años [16]. Efectivamente predice  comportamientos vinculados con el bullying. Así, las victimas de bullying por lo general reaccionan agresivamente después  de perder el control emocional [17].
La autorregulación social y el autocontrol emocional influyen en aspectos como la empatía, el control de impulsos, la resolución de problemas, el control de la ira, el reconocimiento de similitudes y de diferencias entre las personas, los procesos de comunicación y relaciones interpersonales, los pensamientos funcionales/disfuncionales, o procesos de confrontación de situaciones estresantes, todos los cuales se relacionan estrechamente con el fenómeno de bullying.
La autorregulación social y  el autocontrol emocional se desarrollan a medida que las personas  crecen y participan en situaciones educativas y de interacción social. Cabe hacer notar, que la autorregulación es un proceso sumamente complejo y largo con matices diversos, que  no se adquiere de una vez para siempre sino que pasa por distintas etapas y que se alcanza  mediante una práctica repetida, a través de múltiples experiencias que se suceden en diferentes contextos, de ahí que los docentes  debieran comenzar a desarrollar  estas competencias  desde edades muy tempranas.
En este sentido, los docentes desde sus prácticas educativas  a nivel de la sala de clases, debieran dedicar tiempo a que los y las estudiantes conozcan sus sentimientos y sepan las causas que los motivan, es decir, tener  conciencia de sí mismos, de las capacidades, los valores y las metas que cada uno posee, conciencia de los propios estados internos, recursos e intuiciones, comprender que la autorregulación de la conducta en ocasiones puede ocasionarle a la persona conflictos, como por ejemplo, cuando está socialmente presionada a incurrir en conductas que violan sus estándares morales; desarrollar una actitud abierta frente a los problemas que exigen tomar posición, de suerte de poder aceptar, por ejemplo, que algo anda mal y tomar conciencia del impacto que una decisión no adecuada puede tener sobre uno y los demás.
  símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes 3. Competencias referidas a la alteridad y a la ética de la responsabilidad
La ética de la responsabilidad hace referencia, por un lado, a la autonomía moral que las personas tienen para  tomar libremente sus decisiones asumiendo las consecuencias de éstas y, por el otro lado, a la responsabilidad con el Otro/ Otra (alteridad) conducente a un comportamiento heteronómico y de solidaridad. La responsabilidad con el Otro/Otra  se vincula  a un espectro que va desde percibir al Otro/Otra como un legítimo Otro/Otra, de identificar el estado interno  de otra persona, comprender sus sentimientos y pensamientos, sentir con los Otros/Otras, leer  sus señales no verbales, escuchar con receptividad y acogida, armonizarse con una persona, tener un comportamiento de hospitalidad y desarrollar un sentimiento de profunda empatía.
Se podría afirmar que el fenómeno del bullying en las escuelas y por sobre todo en la sala de clases es un indicador claro e irrefutable de una carencia del desarrollo moral autonómico y heterónimo por parte de los alumnos y de una falta de responsabilidad ética con el otro/otra. Es importante, en consecuencia, que el docente desarrolle actividades tendientes a que los estudiantes aprendan a empalizar, a hacerse responsables y a estar atentos de los otros/otras. 
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes 4. Competencias vinculadas con el respeto, la aceptación y la promoción de la diversidad social y cultural.
Es de suponer con mucha convicción que existe una relación estrecha entre el bullying y la intolerancia, la discriminación y la incapacidad de reconocer la diversidad social y cultural. Por consiguiente, se hace necesario que el docente se dedique con mucha insistencia y perseverancia a desarrollar entre los y las estudiantes, la  tolerancia,  la no discriminación,  la solidaridad,  la responsabilidad, la  acogida y reconocimiento del  Otro/Otra como un legitimo Otra/Otro, el reforzamiento de la identidad propia en el reconocimiento y el respeto de otras identidades, la igualdad de todos los seres humanos, el respeto a la multiplicidad de manifestaciones religiosas y espirituales, de orientaciones sexuales, de género, de capacidades, etc.
Cabe hacer notar, que la diversidad cultural y social es una responsabilidad ética con el Otro//Otra igual a mí pero distinto. Las competencias relacionadas con la diversidad  apuntan  directamente a formar ciudadanos capaces de  contribuir  a la creación de  una escuela  incluyente  y participativa en donde todos y todas, sin distingo de ninguna naturaleza, tienen mucho que aportar. En contraposición a esto, el bullying es por excelencia un comportamiento claramente excluyente.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes 5. Competencias relacionadas con el capital social y emocional
Estas competencias intentan que los estudiantes, desde edades tempranas, aprendan a desarrollar redes sociales como son los lazos de parentesco, las redes comunitarias informales, las organizaciones sociales, los grupos infantiles y  juveniles, etc. El mantenimiento de estos vínculos de confianza permite obtener beneficios en forma de flujos de solidaridad y capacidad de defensa de intereses y derechos. Los estudiantes aprenden a crear grupos afectivos de amigos cercanos que comparten  los mismos gustos, estilos de vida y valores.  Se trata, en definitiva, de desarrollar en los estudiantes conocimientos, actitudes y  valores como la confianza interpersonal, la asociatividad, fundadas en enlaces de afinidad y compañerismo y en sentimientos de respeto mutuo  y  solidaridad, de reciprocidad  y cooperación. El factor central de las competencias de cooperación radica en la capacidad de ponerse en el lugar del otro y ver el mundo a través de los ojos del otro. La habilidad de cooperar con otros mediante la confianza es algo que se aprende o se enriquece. Llegar a ser una persona confiable requiere habituarse a las normas morales de la propia comunidad.
Creemos no equivocarnos al señalar que un ambiente en el que el fenómeno del bullying esta presente distorsiona y dificulta el desarrollo del capital social, de la cooperación en la confianza mutua y el compañerismo.
III. IMPLEMENTAR PROGRAMAS E INICIATIVAS ANTI-BULLYING EN LA SALA DE CLASES
En este apartado deseamos entregarle a los docentes algunas estrategias tendientes a atender el bullying en la sala de clases. En primer lugar, queremos señalar que existe una amplia literatura al respecto y modelos de intervención que se han desarrollado tanto en Chile como en muchos otros países [18]. No obstante, debemos reconocer que en nuestro país recién nos estamos asomando a comprender qué es el bullying y no existe como en otros países una politica educacional clara al respecto.
El análisis de una variedad de estrategias nos permiten entregarle a los docentes algunas advertencias, recomendaciones y acciones que pueden ser útiles al momento de atender y prevenir el bullying en las salas de clases:

Advertencias
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes No hay milagros: Ninguna estrategia ni actividad por sí sola puede lograr milagros respecto a reducir el bullying  entre estudiantes.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Contexto y variables individuales y colectivas: Más que buscar la 'estrategia perfecta', la idea es seleccionar la estrategia más adecuada según el contexto y las variables individuales de las personas involucradas. Por esta razón, antes de decidir la estrategia a utilizar, es imprescindible tomar en cuenta ciertos aspectos, tales como: evaluar detenidamente cada caso; tomar en consideración las características individuales de los involucrados; considerar la dinámica del curso; conocer bien el contexto de la escuela. Este último aspecto es muy relevante ya que el bullying está estrechamente ligado a la cultura escolar. En este sentido es un fenómeno más social que individual.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Responsabilizar versus culpabilizar: Se recomienda que las estrategias que el docente elabore o seleccione no deben tener un enfoque de 'culpabiliza' ni 'castigar' al niño y/o joven por una acción determinada. En vez de esto, se potencia la responsabilidad individual y colectiva para resolver conflictos de forma constructiva y autónoma.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes No basta una estrategia aislada: Una estrategia por sí sola no produce ningún cambio sustantivo, razón por la cual, se recomienda incorporar varias y diversificadas.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Ser proactivo: No sólo es urgente desarrollar estrategias reactivas de atención a la problemática del bullying, es decir, aquellas que actúan cuando el problema aparece, sino que también es necesario implementar estrategias pro-activas, las cuales apuntan a la prevención del problema.
Recomendaciones
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Converse con sus estudiantes sobre el bullying: Pregúnteles, por ejemplo, si saben qué es el bullying; si pueden relatar casos de bullying en la escuela; si creen que es un problema serio; cómo piensan que se siente un estudiante intimidado; qué se les ocurre para detener el bullying en la escuela, etc. Para que los/as estudiantes intervengan hay necesidad de crear un clima que facilite la expresión libre de sentimientos y emociones. De esta manera, se genera  un proceso de toma de conciencia respecto a la existencia del bullying a nivel de escuela y de la sala de clases.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Formulación de una política clara: Si se desea enfrentar la problemática del bullying a nivel de la  sala de clase, resulta indispensable la creación y redacción de una política clara que contemple la postura de la institución educativa frente a ella. El docente debe exigir esta política clara.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Planificar: Es siempre aconsejable que las estrategias y las actividades que el docente seleccione o elabore  se  integren a una planificación a nivel del curriculum, de suerte que no se vea como una acción aislada. Es decir, que incluya a los contenidos curriculares  que está enseñando y combinarlas en un plan de acción global que involucre a toda la comunidad educativa.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Ser creativo: Si el docente tiene claro los objetivos que se persiguen, entonces puede sin dificultades  elaborar estrategias y actividades propias, originales y creativas que aborden el tema de bullying.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes La participación de los padres es fundamental: La integración de los padres es considerada en la mayoría de las intervenciones. Ésta se define como fundamental. De igual forma, la participación activa de los estudiantes es estimada como sumamente relevante en casi todas las modalidades.
Acciones que se sugieren (hay muchas otras) 
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Una jornada de debate en la sala de clases sobre  el bullying.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Construir un código de conducta a nivel de  la sala de clases que contemple la no tolerancia frente a acciones de intimidación; estableciendo normas claras contra las agresiones, la intimidación y el matonaje.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Crear un teléfono de contacto, al cual pueden recurrir estudiantes, padres, profesores y administrativos.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Comunicarse con un adulto cuando el o la  estudiante detecta un caso de intimidación.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Establecer un compromiso colectivo y mostrar que la intimidación es un problema cuya solución es tarea de todos y todas. El trabajo cooperativo respecto a prevenir y atender el bullying permite una mayor integración entre los estudiantes y facilita la confianza posibilitando un clima favorable en el aula. Esta estrategia sugiere que no es recomendable, al menos en un comienzo, colocar en un mismo grupo a un intimidador junto a una posible víctima o a una víctima real de intimidación. Tampoco es aconsejable que varios intimidadores trabajen juntos [19].
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Círculo de amigos (círculos de apoyo), tiene como finalidad construir relaciones interpersonales en torno a un estudiante que se haya identificado como 'vulnerable', bien porque presente problemas emocionales, académicos, comportamentales o porque se lo considere una víctima de intimidación. El propósito de esta estrategia es mejorar el nivel de aceptación e inclusión de un determinado estudiante, ayudarlo a establecer amistades tanto dentro como fuera del círculo, además, promover en los estudiantes la toma de conciencia respecto de los sentimientos y comportamientos tanto propios como ajenos [20].
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Escribiendo una carta,  esta actividad tiene como finalidad que los estudiantes aprendan a ponerse en el lugar del otro y puedan reflexionar en torno a las consecuencias que tienen ciertas acciones sobre los sentimientos de los demás. Se le pide a los estudiantes que escriban una carta a un intimidador imaginario. La idea es que traten de explicarle porque debería cambiar su actitud y le sugieran estrategias de cambio. Se trabaja en grupos pequeños con la finalidad de que identifiquen las razones y sugerencias compartidas. La actividad termina realizando un plenario con la participación de todo el curso.
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Juego de roles, se puede utilizar el teatro para que los estudiantes conozcan lo que es la intimidación y puedan explorar los sentimientos y emociones asociados a las acciones de este tipo, desde el lado de la víctima, del intimidador y de los testigos. La idea es que se representen las distintas perspectivas: el lugar de la víctima, del intimidador y de los testigos .
símbolo de flecha doble en colores azules escritorio de Docentes Expresión artística, el docente invita  a los estudiantes a expresar lo que piensan y sienten sobre la intimidación a través de pinturas, collages, fotografías, poemas, música, cuentos, etc. Esta vía de expresión, junto con desarrollar la creatividad, desarrolla la auto-percepción valórica.

COMPETENCIAS A REFORZAR  PARA PREVENIR Y ENFRENTAR EL BULLYING
PROFESORES:
- No caer en actitudes normativas extremas ni mostrar dificultades para mantener el orden en la sala.
- No manifestar una actitud negativa hacia un estudiante. Evitar el sarcasmo y formas sutiles de ridiculización.
ALUMNOS:
Sociales:
- Reflexionar en torno a proyectos de vida personales y colectivos.
- Formular planes futuros, precisar objetivos, construir escenarios posibles y elaborar métodos que permitan verificar si sus aspiraciones y proyectos fueron alcanzados.
- Resaltar la necesidad de una actitud optimista y esperanzadora frente a la vida en base a la realidad y las factibilidades.
- Destacar la imperiosa necesidad de construir un plan de vida basado en el respeto,  en la confianza y en la valoración del otro. Así mismo, en la disposición de trabajar con otros, en la fijación de límites y la regulación de sus comportamientos.
- Promover y educar una actitud abierta, flexible y acogedora frente a la diversidad de proyectos de otros.

De autorregulación social y emocional:
- Incentivar conductas de autorregulación social y autocontrol emocional por medio de ejercicios y experiencias educativas y de interacción social que eduquen respecto de la empatía, el control de impulsos, la resolución de problemas, el control de la ira, el reconocimiento de similitudes y de diferencias entre las personas, los procesos de comunicación, relaciones interpersonales, pensamientos funcionales/disfuncionales o procesos de confrontación de situaciones estresantes.
- Impulsar la conciencia de sí mismos. Dedicar tiempo a la expresión de sentimientos y a la búsqueda de las causas que los motivan.
Éticas:
- Desarrollar actividades tendientes a que los estudiantes aprendan a empalizar, a hacerse responsables y a estar atentos de los otros/otras.

De tolerancia:
- Promover valores de tolerancia, no discriminación, solidaridad y reconocimiento del otro como un otro legítimo, incentivando el respeto a la multiplicad de manifestaciones religiosas, espirituales, de orientaciones sexuales, de género y de capacidades.

- Fomentar actividades con participación inclusiva.

Emocionales:
- Promover vínculos afectivos, de confianza y cooperación por medio del reforzamiento y desarrollo de diversas redes sociales, sean de parentesco, comunitarias, sociales, grupales como una forma de experimentar conductas de asociatividad, compañerismo, solidaridad, incentivando con esto la capacidad de ponerse en el lugar del otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog