Político soviético. Hijo de un humilde zapatero georgiano, a los quince años Stalin ingresó con una beca en el seminario ortodoxo de Tbilisi, donde se reveló como un alumno brillante, aunque fue expulsado al ser sorprendido cuando repartía propaganda del Partido Socialista georgiano, en el que había ingresado en 1898.
Como prosiguiera sus actividades revolucionarias, en 1902 fue detenido y deportado a Siberia. Dos años más tarde Stalin logró evadirse y volver a
Como prosiguiera sus actividades revolucionarias, en 1902 fue detenido y deportado a Siberia. Dos años más tarde Stalin logró evadirse y volver a
Tbilisi, donde se adhirió al ala bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR). Intervino en la revolución de 1905 y en las huelgas de Bakú de 1907, tras las cuales fue nuevamente detenido y enviado a Siberia, de donde huyó en 1911.
Stalin ingresó entonces en el comité central del POSDR y, designado presidente del Politburó, viajó a Viena, donde escribió El marxismo y el problema de las nacionalidades y adoptó definitivamente el apelativo de Stalin (acero).
Contactó con Lenin y se le encargó la edición de Pravda, pero, detenido en Petrogrado, permaneció en prisión hasta 1917, cuando estalló la revolución bolchevique de febrero. Tras el fracaso de ésta y la marcha de Lenin a Finlandia, Stalin pasó a dirigir Pravda, al tiempo que tomaba parte activa en la preparación de una nueva revuelta.
Al estallar la Revolución de Octubre Stalin formó parte del gobierno revolucionario como comisario de nacionalidades, cargo que desempeñó hasta 1922 y en cuyo ejercicio escribió la Declaración de los derechos de los pueblos de Rusia, texto que preludiaba la organización del Estado soviético.
Durante la guerra civil Stalin colaboró eficazmente en las defensas de Petrogrado y Tsaritsin, ciudad que recibió más tarde el nombre de Stalingrado. Elegido secretario general del Comité Central en 1922, trabajó para hacerse con el control del aparato del partido a pesar de los reparos de Lenin, quien recomendó su eliminación en su testamento.
Tras la muerte de Lenin, en 1924, Stalin logró hacerse con el poder absoluto y se alió con Zinoviev y Kamenev para defender la idea del socialismo en un solo país, contra la «revolución permanente» y la extensión del socialismo propugnadas por Trotski. De este modo logró deshacerse de éste, un rival poderoso, al que haría asesinar años más tarde en su exilio de México (1940).
Se volvió entonces contra sus aliados, apoyándose en esta ocasión en la «derecha» del partido y en su líder Bujarin, quien, a su vez, luego sería condenado a muerte por Stalin, convertido definitivamente, y gracias a su habilidad y capacidad de manipulación política, en el líder indiscutible de la URSS.
Implantó a continuación una dictadura, cambió las directrices económicas y emprendió «el gran cambio». Al proyecto perteneció el primer plan quinquenal, que suponía la colectivización forzosa de las unidades de producción agrarias y la industrialización en gran escala del país. Al mismo tiempo, para suprimir cualquier tipo de oposición, entre 1935 y 1938 instigó los procesos de Moscú, por los cuales muchas de las principales figuras políticas del partido y gran parte de los cuadros dirigentes del ejército fueron encarcelados o fusilados, acusados de traición. Aunque las cifras no son fiables, se calcula que el número de ciudadanos condenados a trabajos forzados o encerrados en los «gulags» de Siberia a partir de 1935 alcanzó la cifra de entre cinco y diez millones.
El pacto de no agresión que Stalin firmó con Hitler en 1939 no impidió la invasión alemana de 1941. Como comisario de Defensa y mariscal de la URSS, Stalin dirigió la guerra desde el Kremlin, que se negó a abandonar pese a que el gobierno había sido trasladado a Kuíbishev. Se volvió entonces hacia las potencias aliadas y participó en las conferencias de Teherán, Yalta y Potsdam, en las que se organizó el reparto del mundo en dos bloques ideológicos.
De acuerdo con su idea de socialismo, apoyó la formación de las democracias populares en Europa oriental, todas las cuales quedaron en la órbita de la URSS, con la única ecepción de la Yugoslavia de Tito. Durante el XX Congreso del PCUS, celebrado en 1956, tres años después de la muerte de Stalin, Nikita Jruschov denunció sus crímenes e inició el proceso de «desestalinización», que culminó con la retirada de su cadáver del mausoleo Lenin y su inhumación junto al muro del Kremlin.
Stalin ingresó entonces en el comité central del POSDR y, designado presidente del Politburó, viajó a Viena, donde escribió El marxismo y el problema de las nacionalidades y adoptó definitivamente el apelativo de Stalin (acero).
Contactó con Lenin y se le encargó la edición de Pravda, pero, detenido en Petrogrado, permaneció en prisión hasta 1917, cuando estalló la revolución bolchevique de febrero. Tras el fracaso de ésta y la marcha de Lenin a Finlandia, Stalin pasó a dirigir Pravda, al tiempo que tomaba parte activa en la preparación de una nueva revuelta.
Al estallar la Revolución de Octubre Stalin formó parte del gobierno revolucionario como comisario de nacionalidades, cargo que desempeñó hasta 1922 y en cuyo ejercicio escribió la Declaración de los derechos de los pueblos de Rusia, texto que preludiaba la organización del Estado soviético.
Durante la guerra civil Stalin colaboró eficazmente en las defensas de Petrogrado y Tsaritsin, ciudad que recibió más tarde el nombre de Stalingrado. Elegido secretario general del Comité Central en 1922, trabajó para hacerse con el control del aparato del partido a pesar de los reparos de Lenin, quien recomendó su eliminación en su testamento.
Tras la muerte de Lenin, en 1924, Stalin logró hacerse con el poder absoluto y se alió con Zinoviev y Kamenev para defender la idea del socialismo en un solo país, contra la «revolución permanente» y la extensión del socialismo propugnadas por Trotski. De este modo logró deshacerse de éste, un rival poderoso, al que haría asesinar años más tarde en su exilio de México (1940).
Se volvió entonces contra sus aliados, apoyándose en esta ocasión en la «derecha» del partido y en su líder Bujarin, quien, a su vez, luego sería condenado a muerte por Stalin, convertido definitivamente, y gracias a su habilidad y capacidad de manipulación política, en el líder indiscutible de la URSS.
Implantó a continuación una dictadura, cambió las directrices económicas y emprendió «el gran cambio». Al proyecto perteneció el primer plan quinquenal, que suponía la colectivización forzosa de las unidades de producción agrarias y la industrialización en gran escala del país. Al mismo tiempo, para suprimir cualquier tipo de oposición, entre 1935 y 1938 instigó los procesos de Moscú, por los cuales muchas de las principales figuras políticas del partido y gran parte de los cuadros dirigentes del ejército fueron encarcelados o fusilados, acusados de traición. Aunque las cifras no son fiables, se calcula que el número de ciudadanos condenados a trabajos forzados o encerrados en los «gulags» de Siberia a partir de 1935 alcanzó la cifra de entre cinco y diez millones.
El pacto de no agresión que Stalin firmó con Hitler en 1939 no impidió la invasión alemana de 1941. Como comisario de Defensa y mariscal de la URSS, Stalin dirigió la guerra desde el Kremlin, que se negó a abandonar pese a que el gobierno había sido trasladado a Kuíbishev. Se volvió entonces hacia las potencias aliadas y participó en las conferencias de Teherán, Yalta y Potsdam, en las que se organizó el reparto del mundo en dos bloques ideológicos.
De acuerdo con su idea de socialismo, apoyó la formación de las democracias populares en Europa oriental, todas las cuales quedaron en la órbita de la URSS, con la única ecepción de la Yugoslavia de Tito. Durante el XX Congreso del PCUS, celebrado en 1956, tres años después de la muerte de Stalin, Nikita Jruschov denunció sus crímenes e inició el proceso de «desestalinización», que culminó con la retirada de su cadáver del mausoleo Lenin y su inhumación junto al muro del Kremlin.
EL CRUEL RÉGIMEN DE STALIN: Desde el inicio de la Revolución Rusa, Lenin y Trotski hicieron del terror un instrumento político tanto para llegar al poder como para conservarlo. La diferencia con el gobierno de Stalin es sólo una cuestión de grado: durante su mandato, Stalin aniquiló despiadadamente a sus supuestos enemigos, a los kulaks (campesinos propietarios), a la Iglesia y a sus propios colegas. Shostakovich relató que cuando recordaba a sus amigos, la imagen que veía era la de una pila de cadáveres. Eliminaba a todos los que se interponían -o que él creía que se interponían- en su camino, los enviaba a los gulags, o simplemente los torturaba y asesinaba. Todo hace pensar que ya en 1930 tema problemas psicológicos. El profesor McNealadmite que, dada la falta de evidencias, es difícil demostrar que Stalin estuviera loco a fines de la década de 1930, y al mismo tiempo no es fácil pensar que en esa época haya estado del todo cuerdo.
En el proceso de transformación de Rusia en un Estado aislado, Stalin contribuyó a la ruina económica de la nación, a la instauración de un imperialismo bolchevique que absorbió a los Estados bálticos y a reprimir todo sentimiento democrático genuino, situación que se extendió hasta la década de 1990, cuando se inició laperestroika. Es irónico que debido a un error fatal de Hitler haya colapsado el pacto entre Rusia y Alemania y que Stalin se haya aliado con Roosevelt y Churchill, a quienes engañó y manipuló a su antojo. Ni siquiera la guerra, que fue el escenario donde demostró sus dotes de líder, y el enorme sacrificio del pueblo ruso ante la arremetida alemana obliteraron la enfermedad fatal en que el dictador había sumido al país.
Decidido e inexorable, Stalin no dejaba de sospechar que lo acechaban planes conspirativos para asesinarlo. No comía si antes otra persona no probaba los alimentos que le servían, bebía un té que venía en paquetes cerrados que sólo un sirviente estaba autorizado a abrir. Incluso hacía analizar el aire de su despacho del Kremlin para detectar si había partículas tóxicas.
SUS MUJERES: Incapaz de sentir afecto y compasión y de generar afecto en los demás, se ha dicho, sin embargo, que quiso a su primera esposa, Ekaterina Svanidze, con la que se casó en 1902 y quien: murió mientras daba a luz, pero también se sabe que hubo ocasiones en que la maltrataba. En el funeral de Ekaterina, el viudo admitió que ella sabía tranquilizarlo y que cuando murió, todos los sentimientos tiernos que él había albergado se fueron con ella.
Volvió a contraer matrimonio, esta vez con su secretaria, Nadezhda Alliluyeva, una comunista a ultranza que se suicidó en 1932, cuando tenía treinta y dos años, probablemente a causa de una crisis depresiva (sus hermanos eran esquizofrénicos). Stalin tuvo otras relaciones, pero ninguna de importancia. El vínculo con sus hijos era distante y hostil. Su hijo Yakov, desesperado por el trato que recibía de su padre, intentó suicidarse y luego se casó con una judía, matrimonio que disgustó a Stalin.
Durante la guerra fue capturado por los alemanes y enviado al campo de prisioneros de Sachsenhausen, un suceso vergonzoso, según su padre, y aparentemente, cuando se negó a entrar en la barraca tras el toque de queda, los guardias le dispararon. Es irónico que ese campo de prisioneros haya sido luego utilizado por los rusos como campo de exterminio de prisioneros alemanes. Su hijo Vassili fue una decepción para Stalin, un mujeriego que murió a causa del alcohol. Su hija Svetlana, a quien trataba con cierto cariño siempre y cuando ella lo obedeciera, se rebeló contra él y también se casó con un judío. Stalin no parece haberse interesado mucho por ninguno de sus ocho nietos.
Los principales síntomas del psicópata se corresponden claramente con el carácter de Stalin. Rechazado por el padre, tuvo una niñez plagada de humillaciones. Era capaz e inteligente, no tenía alucinaciones y su conducta era normal en apariencia. Sin embargo, era un perfecto egocéntrico, nunca sentía culpa ni aceptaba que lo culparan por nada. Manipulaba a la gente según Sus propios intereses, pero se esforzaba por persuadirla de que lo primordial para él eran las necesidades de los demás. Nadie era importante para él y todos los que se atrevían a enfrentarlo debían sufrir terribles consecuencias.
Este hombre solitario tenía los instintos psicopáticos propios de los asesinos seriales norteamericanos No establecía lazos afectivos. Su vus efectos colaterales, murió por un accidente cerebrovascular.
CRONOLOGÍA
1879 Nace el 21 de diciembre, en Gori (Georgia).
1899 Ingresa en el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso. Expulsado del seminario ortodoxo de Tbilisi.
1902 Detenido por agitador revolucionario, es exiliado poco después a Siberia, de donde escapa en 1904.
1912 Lenin le nombra miembro del Comité Central del partido.
1913 Deportado, de nuevo, a Siberia.
1917 Tras el inicio de la revolución en febrero, regresa a San Petersburgo. Participa en el triunfo de la Revolución de Octubre.
1919 Designado comisario del pueblo para el Control del Estado.
1922 Se convierte en secretario general del Partido Comunista.
1924 Fallece Lenin. Inicia su ascenso al liderazgo absoluto en la Unión Soviética.
1928 Estable el primero de los planes quinquenales que sustituirán a la Nueva Política Económica de Lenin.
1929 Comienza el programa de colectivización acelerada.
1934 Se incrementa la aplicación de la política de eliminación física de sus adversarios políticos: las famosas, cruentas y numerosas purgas estalinistas.
1939 Firma del Pacto Germano-soviético. Comienza la II Guerra Mundial.
1941 Las tropas alemanas invaden la Unión Soviética.
1942-1943 Los soviéticos detienen el avance alemán al vencer en la denominada batalla de Stalingrado. Participa en la Conferencia de Teherán.
1945 Obtiene de los aliados vencedores el reconocimiento de una esfera de influencia soviética en la Europa del Este, tras asistir a las conferencias de Yalta y Potsdamida sexual era superficial e impersonal. Stalin era incapaz de manifestar calidez o de sentir compasión. Dedicó toda su vida a acumular poder hasta que, en 1952, debido a la hipertensión y s.
1953 Fallece el 5 de marzo, en Moscú.
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