miércoles, 1 de abril de 2015

duendes


Duende Martinico en el grabado "Duendecillos" de los Caprichos deFrancisco de Goya.
Los duendes son criaturas mitológicas fantástica

Duende

s de forma humanoide pero del tamaño de un niño pequeño que están presentes en elfolclore de muchas culturas. La etimología de su nombre proviene de la expresión "duen de casa" o "dueño de casa", por el carácter entrometido de los duendes al "apoderarse" de los hogares y encantarlos,1 o bien del árabe "duar de la casa" ("que habita, habitante").2
En Castilla la palabra duende define a un tipo de ser sobrenatural de la cultura popular equivalente al goblin de otros folclores europeos (del francés normando gobelin, nombre originado en el de un fantasma que se decía asoló el pueblo de Evreux en el siglo XII),3 de naturaleza maliciosa hacia los humanos.

San Patricio y los duendes[editar]

La tradición irlandesa refiere que san Patricio, tras haber fundado su primera iglesia, invitó a los celtas paganos a convertirse al cristianismo. Tras llevar a cabo varios milagros, la fe cristiana comenzó a ganar adeptos en Irlanda. Los druidas vieron esto con alarma. Invocaron una tropa de duendes y la enviaron a la iglesia con tal de hacer la vida imposible a San Patricio y a los apóstatas ya cristianos. Los feligreses comenzaron a quejarse de que los duendes no los dejaban rezar y cometían un sinfín de desmanes desbaratando el templo, por lo que San Patricio, habiendo averiguado que era obra de los druidas, decidió hacerles frente. Una vez dentro del templo, se les encaró con las siguientes palabras: «En nombre de Dios Todopoderoso yo los expulso, espíritus impuros», y fue así como San Patricio desterró a los duendes de la iglesia. Por eso en Irlanda la imagen de san Patricio es muy utilizada para realizar exorcismos de duendes y para protegerse contra ellos, ya que no soportan la imagen del hombre que los desterró de la casa de Dios.
Su hábitat general son los bosques, aunque algunos habitan en los jardines y los fondos de ciertas casas, propicias para ello, ya que a estos alguna vez simpáticos hombrecillos les agrada la compañía de los niños, así como a las hadas (por su pureza de corazón), para jugar con ellos. Son de buen carácter; estando por lo tanto casi siempre de buen humor. Aunque también existen duendes malvados, capaces de hacerle daño a los humanos, si éstos los enojan. Por ese motivo es conveniente evitar ofenderlos, por ejemplo, dudando de su existencia, de sus poderes o burlándose de su apariencia.

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