Origen de la Leyenda[editar]
Primeras Noticias del Perú[editar]
La historia sobre las grandes riquezas de Sudamérica se inicia en Panamá, cuando el conquistador Vasco Núñez de Balboaemprende las primeras expediciones hacia el interior del istmo. En su camino, los españoles se cruzan con la tribu del indio Comagre, del cual reciben esclavos y algo de oro, entre otras cosas. Según las crónicas, cuando Núñez de Balboa realiza el reparto del oro entre los soldados, se produce una riña entre algunos españoles disconformes con la partición. En ese momento, Panquiaco, hijo mayor de Comagre, golpea la balanza, y dice:
"Si yo supiera, cristianos, que sobre mi oro habíades de reñir, no vos lo diera, ca soy amigo de toda paz y concordia. Maravíllome de vuestra ceguera y locura, que deshacéis las joyas bien labradas por hacer de ellas palillos, y que siendo tan amigos riñáis por cosa vil y poca. Más os valiera estar en vuestra tierra, que tan lejos de aquí está, si hay tan sabia y pulida gente como afirmáis, que no venir a reñir en la ajena, donde vivimos contentos los groseros y bárbaros hombres que llamáis. Mas empero, si tanta gana de oro tenéis, que desasoguéis y aun matéis los que lo tienen, yo os mostraré una tierra donde os hartéis de ello".11
Maravillados los españoles le preguntaron a cuanta distancia estaba de allí, a lo que Panquiaco respondió que se llamaba "Tumanamá" y que estaba a seis jornadas de distancia, aunque en su camino debían atravesar unas sierras antes de llegar a la otra mar. Por intermedio de este relato es que en 1513 Vasco Nuñez de Balboa va a descubrir el Océano Pacífico, al cual va a bautizar con el nombre de "Mar del Sur".12
En 1519 se funda la ciudad de Panamá13 sobre las costas del Pacífico, y tres años después, Pascual de Andagoya, emprende un viaje hacia las costas del sureste, hasta el Golfo de San Miguel, donde los indios del lugar le cuentan que todas las lunas llenas venía gente por el mar en canoas a hacerles la guerra desde una provincia ubicada al sur llamada "Birú" (luego Perú). Así es que Andagoya se embarca a explorar aquellas costas llegando hasta el actual río San Juan (Colombia), donde recoge las primeras noticias del Imperio Inca. Desde entonces, según relata el cronista Gonzalo Fernandez de Oviedo, en Darién "no se hablaba de otra cosa, sino de la rica y lejana provincia de Perú".14
En 1524, los españoles Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque se asocian para descubrir aquella tierra desconocida.15 Pasaron allí dos años de continuos fracasos, recorriendo las costas de Sudamérica sin encontrar nada relevante. En las luchas con los indios Diego de Almagro incluso perdió un ojo, acuñando la frase "Este negocio me ha costado un ojo de la cara".16 El punto de inflexión se produjo en la Isla del Gallo (Colombia) cuando Diego de Almagro partió hacia Panamá en busca de refuerzos mientras Francisco Pizarro lo aguardaba con el resto de los ochenta soldados en dicha isla, quedándose varios de ellos retenidos en contra su voluntad.17 El gobernador de Panamá, Pedro de los Ríos, enterado de las penurias que estaban pasando aquellos hombres, exige que se les permita regresar sin ningún tipo de impedimento.18 En ese entonces el descontento entre la tropa era ya muy grande y casi todos mostraban intenciones de querer desertar. En esa situación extrema, con todo a punto de perderse, Francisco Pizarro desenvainó su espada, marco una línea en la arena y desafió a sus soldados diciéndoles que debían elegir entre quedarse de ese lado, yéndose a Panamá a ser pobres o arriesgarse a cruzar la línea hacia el Perú donde se harían ricos. Solo trece hombres decidieron continuar en la expedición, quienes luego serían conocidos como los "Trece de la Fama". Poco después, tras continuar navegando hacia el sur, en abril de 1528, Pizarro y sus hombres desembarcaron en Túmbez (Perú) donde hallaron grandes riquezas.19 Tras conseguir lo que tanto habían anhelado, Pizarro retornó a Panamá con el objetivo de que el rey de España lo nombrara Gobernador del Perú, marcando el inicio de la conquista del Imperio Inca.
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