El Mulo
Un mulo, redondo como una bola, fue llevado a la feria para ofrecerlo en venta. Los compradores, interesados por la presencia imponen-lo de la bestia, le preguntaron: —¿Quién ha sido tu padre? El mulo, con sobrada arrogancia, contestó: —Mi padre fue un gran caballo, veloz en la carrera y lustroso de piel como yo. Entusiasmado por esta aseveración, un presunto jinete lúe a probarlo. Pero ¡qué desengaño! No hubo fuerza humana que lograra hacerlo correr. El comprador, apeándose y desilusionado, le dijo: —Mientras estés quieto, puedes insistir en que eres hijo de caballo; pero, cuando te inviten a correr, recuerda que eres hijo de burra.
MORALEJA
Tus virtudes aprovecha y tus defectos desecha
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