domingo, 1 de marzo de 2015

tita merello

Se dice de mí... 
se dice de mí... 
Se dice que soy fiera, 
que camino a lo malevo, 
que soy chueca y que me muevo 
con un aire compadrón, 
que parezco Leguisamo, 
mi nariz es puntiaguda, 
la figura no me ayuda 
y mi boca es un buzón. 

Si charlo con Luis, 
con Pedro o con Juan, 
hablando de mí 
los hombres están. 
Critican si ya, 
la línea perdí, 
se fijan si voy, 
si vengo o si fui. 

Se dicen muchas cosas, 
mas si el bulto no interesa, 
¿por qué pierden la cabeza 
ocupándose de mí? 

Yo sé que muchos 
me desprecian compañía 
y suspiran y se mueren 
cuando piensan en mi amor. 
Y más de uno se derrite si suspiro 
y se quedan, si los miro, 
resoplando como un Ford. 

Si fea soy, pongámosle, 
que de eso aun no me enteré. 
En el amor yo solo sé 
que a más de un gil, dejé a pie. 
Podrán decir, podrán hablar, 
y murmurar y rebuznar, 
mas la fealdad que dios me dio 
mucha mujer me la envidió. 
Y no dirán que me engrupí 
porque modesta siempre fui... 
¡Yo soy así! 

Y ocultan de mí... 
ocultan que yo tengo 
unos ojos soñadores, 
además otros primores 
que producen sensación. 
Si soy fiera sé que, en cambio, 
tengo un cutis de muñeca, 
los que dicen que soy chueca 
no me han visto en camisón. 

Los hombres de mí 
critican la voz, 
el modo de andar, 
la pinta, la tos. 
Critican si ya 
la línea perdí, 
se fijan si voy, 
si vengo, o si fui. 

Se dicen muchas cosas, 
mas si el bulto no interesa, 
¿por qué pierden la cabeza 
ocupándose de mí?

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