jueves, 5 de marzo de 2015

cuento belga

Tijl Uilenspiegel va a volar

Había una feria en Malinas y Tijl se ganaba algún dinerillo con sus acrobacias. Pero por supuesto que quería ganar más. Quería burlarse una vez más de la gente. Se puso en el centro de la plaza mayor y anunció a todos que al día siguiente se iba a tirar del tejado mas alto de la plaza para demostrar que podía volar. Esto sí que es un acontecimiento! Tijl, el loco de Tijl, el artista, el acrobata, va a volar!

Al día siguiente no cabía un alfiler en la plaza, habia miles de personas esperando lo que iba a hacer Tijl. Apareció, entró en una casa, desapareció de la vista de la gente y de repente se asomó encima de un tejado. Movía los brazos como si quisiera echarse a volar. Y un largo AAAAAAh salió de las bocas de la gente presente.

De repente Tijl extendió los brazos como para acallar el público.
Damas y caballeros, les ruego silencio, gritó Tijl

Todos se callaron y dijo Tijl: Pensaba que yo era el único loco del país pero ahora veo que no es así, hay miles de locos. Si uno de vosotros me hubiera dicho que podía volar, no le hubiera creido. Pero todos vosotros lo habéis creido cuando lo dijo el loco de Tijl, así que sois aún más locos que yo. Adios gentes, gracias, muchas gracias.

Hizo una reverencia y se metió adentro de la casa mientras todo el mundo en la plaza se miraba sin entender bien lo que había pasado

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