lunes, 9 de marzo de 2015

cuento dedicado por CARLOS FLORES DUEÑO DE OPTICA DONATELLA

La guía del ocio” – El País – 21 de enero de 1994
Los rituales de la vida misma
Libros – Carolina Collazo
Si es que uno se ha olvidado por distintas inmovilidades, que la naturaleza a su alrededor, (de la que también uno es parte) cruje, se conmueve con incontenibles, aparentes e inaparentes movimientos, para contener y abrazar la energía, en ese único fenómeno entrópico que no se cumple; y que es la vida. Tiene que saber que desde una imaginación exquisita e increíble, viene a recordárselo el libro de relatos eróticos, titulado "Misales" de Marosa di Giorgio.
Es un libro que tienta a dejar para críticos literarios especializados el análisis de lenguaje, estructuras, género y demás tecnicismos, que aunque imprescindiblemente válidos, pueden ser guardados para una segunda instancia. En primera instancia, puede el lector (cualquiera capaz de entregarse a un juego de seducción) desatar sus sentidos, leer con los ojos y también con la piel. Porque "Misales" se siente, se toca, se huele. Despierta la capacidad de asombro, la fantasía, el impulso erótico que hay en cada uno de nosotros.
Hay autores que limitan lo erótico a la sexualidad enmarcada en la genitalidad del hombre o la mujer. Hay quienes lo conciben un poco más, allá, extendiéndose a la piel, al cuerpo entero... di Giorgio rompe los límites, sin se lee en la playa puede pasar que uno sienta que hay un juego amoroso entre su cuerpo y esa arena caliente que se empeña en invadirlo. Mundo asombroso, fantástico, vital, es el que reinventa con exquisitas metáforas de indiscutible sello la poeta y escritora Marosa di Giorgio. En realidad el libro debería tener un vínculo clandestino con cada lector, no habría que hablar de él. Cada relato o "misa" contiene la religiosidad del deseo, sin defensas, sin escudos, para cumplir siempre un ritual; nada más ni nada menos que el de la vida. Como protagonistas hay mujeres y hombres, animales, vegetales, máquinas...
Desean como condición sine-qua-non, como ley natural, para estar vivos.
En muchos de los relatos el acto amoroso tiene como fin natural e inevitable, y apasionadamente deseado; la preñez. Pero a no confundirse, una vez más el ritual de la vida, es la pasión, la urgencia, lo que busca perpetuarse a la manera de quien desea prolongar al máximo las sensaciones orgásmicas. En ese mundo maravilloso, no hay un idioma plausible, la autora multiplica por mil las posibilidades de decir las cosas, y más allá de los hechos, ese decir en sí mismo es ya todo un goce.
Se goza con las imágenes, que como en su poesía, están pobladas de frutas, de flores, de peligrosas exuberancias. Y posiblemente haya un universo de sensaciones encontradas, tantas, como lectores imiten con el libro en una experiencia única e indivisible.
Misales. Relatos eróticos,
por Marosa di Giorgio.
Editorial Cal y Canto.
1993. 135 pp.

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