domingo, 22 de marzo de 2015

Teoría del dominó
La Teoría del dominó o también llamado secuencia efecto bola de nieve aplicado a la política internacional según la cual, si un país entra en un determinado sistema político, arrastraría a otros de su área hacia esa misma ideología.
No se sabe con certeza el ideólogo de esta teoría; pero se suele nombrar al político estadounidense John Foster Dulles y a la Doctrina Truman, quienes vaticinaban que el comunismo podría expandirse por todo el mundo si no se lograba detener la espiral.

Inicios[editar]


Alianzas mundiales en 1958.
Antes siquiera de haber capitulado el Eje las tensiones entre los vencedores ya eran patentes, especialmente tras laCumbre de Potsdam y la cancelación de la Cumbre de Washington. Churchil y Truman veían a la Unión Soviética de Stalincomo un aliado poco fiable (el Gran Perro Rojo como le llamaría el general Curtis LeMay años después) con constantes roces, problemas en Berlín y una política inflexible sobre sus demandas en las cumbres de Teherán y Yalta.
En las cumbres mencionadas la URSS se había comprometido a celebrar elecciones en las naciones ocupadas tras la Guerra para que decidieran sus gobiernos; pero estas elecciones a veces no se llevaron a cabo. De esta forma, a las naciones invadidas por la URSS se sumaron Albania y Yugoslavia mientras en Asia la comunista Corea del Norteamenazaba con arrastrar a su vecina del Sur. Parecía ser la constatación de lo que había afirmado Truman durante laGuerra Civil de Grecia: si uno o varios países caían bajo la garra del comunismo arrastrarían a sus vecinos.
En los años siguientes las dos potencias trataron de atraer a las naciones No Alineados a su bando. Estados Unidos parecía tener las de ganar por su poderío armamentístico, especialmente nuclear, económico y cultural frente a la URSS; pero los acontecimientos no transcurrieron en esa dirección. La China Nacionalista era derrotada por Mao Zedong, en 1950 esta nación invadía el Tíbet, la guerrilla comunista malaya hacía grandes progresos frente a los ingleses, en Indochina Ho Chi Minh abrazaba el comunismo eIndonesia estaba a punto de pasar al lado comunista; esta fue la gota que colmó el vaso para lanzar los programas MercurioGéminis y Apolo.3
Esto parecía indicar que, pese a la aparente superioridad norteamericana, existía una cierto contagio de unos países a otros, contagio que amenazaba con rodear todo Estados Unidos de países comunistas.

El escenario africano[editar]

Tras las primeras emancipaciones en los años cincuenta, sobre todo de países del Magreb, le siguió la gran cascada de independencias protagonizadas por países subsaharianos, convirtiéndose estos en algunos de los más codiciados.
Pese a su espíritu de naciones no alineadas la situación pareció ir decantándose hacia el bloque comunista más que al capitalista. Esta progresión podemos verla en el hecho de que a finales 1950 sólo una nación, el Egipto de Nasser, estaba claramente alineado con el bloque soviético y ninguna otra se había pronunciado a favor de su alizanza pro-occidental (ver mapa); sin embargo en 1983 Estados Unidos había recuperado a Egipto como aliado y sumado Somalia y Marruecos (construyendo y financiando sus muros para contener al Frente Polisario que tantas humillaciones le había hecho pasar, en palabras de David Solar6 ).
Frente a los avances estadounidenses, la URSS había logrado como aliados a: ArgeliaMalíMauritaniaEtiopíaCongo BrazavilleAngolaLibiaMozambique y otros países como la Tanzania del intelectual Julius Nyerere7 y las prosperas isla Seychelles se manifestaba socialista8 pese a no permitir usar ni crear bases aéreas, navales y aportación de asesores militares.9
Contabilizando los países no puede decirse que la posición estadounidenses fuese mejor que la sovética, y sus dirigentes lo sabían. Pero al contrario que en los otros continentes en África no se creó una organización para detener al comunismo; más bien se probaron una conjunto de acciones que permitieran detener aquella decantación hacia el este. Entre ellas puede citarse:
  • Apoyo a Sudáfrica: Estados Unidos decidió apoyar a este país, uno de sus pocos aliados, comprometido e implicado con la causa anticomunista, pese a contar con un régimen racista (el apartheid) que recordaba en parte a las prácticas llevadas a cabo en su país, como el ceder el asiento a los blancos en los transportes públicos o el lema de vivir juntos pero separados. Sudáfrica tuvo acceso a las armas francesas e inglesas, a las investigaciones de cualquier tipo, a la colaboración nuclear con Israel, país que había recibido su tecnología atómica de Estados Unidos, etc. Por su parte el gobierno de Pretoria hizo su trabajo financiando a la guerrilla capitalista de RENAMO enMozambique y colocando en serios apuros al gobierno de Angola con incursiones continuas en su territorio durante la Guerra de la Frontera.
  • Apoyo a dictadores en sus pretensiones territoriales: en este punto tenemos los ya mencionados muros móviles de Marruecos para proteger el Sahara Útil de los ataques polisarios, dichos muros fueron un derivado de la Línea McNamara probada en la frontera de Vietnam del Sur con su vecino del Norte. Del mismo medió en las relaciones entre Israel y Egipto para que este recuperara la península del Sinaí, perdida ante aquél.
  • Financiación de cualquier líder dispuesto a unirse a su causa: de esta forma auténticos payasos, ignorantes e ínfimos, como los define Albert Sanchez Piñol,10 fueron o bien financiados para mantenerse en el poder o bien apoyados para obtenerlo o las dos cosas. Un caso puede ser el zaireño Mobutu Sese Seko que implantó un régimen de terror y al final fue aplastado por sus opositores en la Primera Guerra del Congo o el ugandés Idi Amin Dadagenocida y canibal, o el sanguinario angoleño Jonás Savimbi que no podía vivir en un país en paz, según Carlos Caranci.11 Por esta estrategia Estados Unidos y otros países occidentales tuvieron que aguantar a, y también reírse de, personas que:
    se otorgaron títulos altisonantes, como Líder de Acero, Señor de las Bestias de la Tierra y del Agua, y Milagro Único; se hicieron transportar en silla gestatoria; obligaron a sus pueblos a dirigirles plegarias; colgaron sus retratos en escuelas, iglesias, tabernas y burdeles, y dieron su nombre a calles, universidades, islas y lagos10
De esta forma, Estados Unidos debía soportar los caprichos y a veces las psicopatías de estos líderes y responder a las acusaciones de ONGs, periodistas y ciudadanos, conocedores de la situación, de apoyar a carniceros con conductas como comerse las vísceras de sus enemigos, trasladar la capital de su país a un remoto poblado de la selva o depositar el tesoro del banco nacional en el sótano de su casa.10





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